Un hecho condenable

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Grupo de Diarios de América

(El Comercio)

El secuestro de tres miembros del equipo periodístico de EL COMERCIO de Ecuador a manos de una supuesta disidencia del exgrupo guerrillero de las FARC, que se sometió a un proceso de paz con el Gobierno colombiano, ha merecido el más enérgico rechazo de la sociedad en su conjunto….

El periodismo es un ejercicio que aboga por las libertades individuales, el respeto de los derechos humanos, la defensa del bienestar común y la democracia. Su misión histórica ha sido y seguirá siendo la de proveer información veraz y oportuna. No se puede servir de él como sujeto de intermediación para la reivindicación de causas de ninguna especie que, de antemano, vienen cobijadas con el manto trágico e inhumano de la privación de la libertad.

El GDA exige de los captores el respeto a la vida e integridad de los colaboradores de EL COMERCIO, al tiempo que reclama de las autoridades no cesar en el empeño de alcanzar su pronta liberación, sanos y salvos. Tal y como ya lo expresaron la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y varias organizaciones de periodistas de ambas naciones, se ha secuestrado a la prensa y se ha negado a la ciudadanía el derecho esencial de estar debidamente informada.

Quienes abogan por sociedades libres e incluyentes y se apoyan en una institucionalidad lejos de toda sospecha han de ver en la prensa, más que un enemigo, un fiscalizador válido de sus acciones y un representante leal de las audiencias a las que se debe. En consecuencia, resulta imperativo que donde la amenaza es evidente se evite que más comunicadores y medios periodísticos se conviertan en las nuevas víctimas de la sinrazón del secuestro.

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