Porque no espero nada de nadie; esperar siempre duele; los problemas no son eternos, siempre tienen solución, lo único que no se resuelve es la muerte.
No permitas que nadie te insulte, te humille o te baje la autoestima; los gritos son el alma de los cobardes, de los que no tienen razón; siempre encontraremos gente que te quiere culpar de sus fracasos, y cada quien tiene lo que se merece; hay que ser fuertes y levantarse de los tropiezos que nos pone la vida, para avisarnos que después de un túnel oscuro y lleno de soledad, vienen cosas muy buenas; “no hay mal que por bien no venga”; por eso, disfruta la vida que es muy corta, por eso ámala, se feliz y siempre sonríe; solo vive intensamente para ti y por ti.
Una persona fuerte sabe cómo mantener en orden su vida; aún con lágrimas en los ojos, se las arregla para decir con una sonrisa, “Estoy bien”. (16)